En cambio, Italia sí fue admitida gracias a su dirigente Ottorino Barassi, presidente de la Federación Italiana, quien había custodiado el trofeo de la Copa durante el conflicto. Los campeones de la última edición (Italia) y el anfitrión (Brasil) clasificaron automáticamente, por lo que quedaron en juego 14 cupos directos. En 1967, regresa a Tercera División, proclamándose -tres años después- campeón de la misma, equipacion francia por lo que asciende a la Segunda División del fútbol español.