Cuartos De Final Copa Del Mundo 2022: Allez Les Bleus!

En su firme apuesta por liberar a la mujer de las imposiciones de la época, desde el corsé a la prohibición de llevar pantalones o usar vestidos negros en una fiesta, la célebre diseñadora empezó a lucir y, consecuentemente a vender, camisetas de rayas que aderezaba con collares de perlas, sombreros de ala ancha con plumas y blazers holgados. Es en esa época, en la costa de la Bretaña francesa, en el pequeño pueblo de Saint James, cuando la familia Legallis decidió crear un pequeño taller para confeccionar estas camisetas para la Armada francesa. Al promulgarse la ley que incorporaba las marinière al uniforme de la Armada, su demanda fue al alza y los Legallais, una familia del pueblo de Saint James, en la Normandía francesa, fundaron un taller en el que pusieron a la venta modelos con la primera vuelta de timón al jersey marinero: la abertura lateral que facilitaba el poner y quitar cuando se estaba trabajando en alta mar o en los tinglados del puerto.

También, Yves Saint Laurent en 1966 la introdujo en sus colecciones de alta costura: vestidos de rayas repletos de pailletes. Ahora, con Laurent Blanc la Federación Francesa de Fútbol quiere iniciar una nueva etapa renovada y de respeto hacia todos los deportistas del primer equipo. Vestían la camiseta albiceleste Ayala, Simeone, Verón y Batistuta, un equipo coriáceo. Y hemos visto a casi todos los personajes famosos vistiendo con la básica camiseta de rayas en alguna ocasión, ¿ Camiseta visitante de Francia de la temporada 2011/2012 (NIKE). Uno de los momentos más curiosos del verano llega cuando los equipos presentan las nuevas equipaciones para la próxima temporada. Pocas prendas del siglo XIX siguen siendo hoy en día no solo un buen fondo de armario, sino tendencia cada temporada. El gran paso a la moda fue gracias, principalmente, a Coco Chanel, camisetas de futbol baratas que la incluyó en sus looks cotidianos a principios del siglo XX.

En 1913, cuando Coco Chanel abrió su primera tienda homónima en la rue Gontaut-Biron, en Deauville, rodeada de casinos y lujosas viviendas para franceses y belgas adinerados, la marinière empezó a empaparse de un término que, dejando al lado algunas versiones grunge, siempre la ha acompañado: chic. Fue en Filipinas donde se empezó a utilizar el término chinos , en referencia a los pantalones de trabajo, que eran de sarga y de color caqui, ya que se importaban de China. No dejamos de asombrarnos de la cantidad de prendas que se crean por: el clima, la comodidad, el trabajo, el ejército o la marina. Otro dato importante es la demanda, en 1933, el ejército de Estados Unidos pidió a la empresa óptica Bausch & Lomb unas gafas para que sus aviadores pudieran evitar los deslumbramientos en sus maniobras en el aire. Y más tarde fueron prendas utilizadas por el ejército por las mismas razones. A años luz de la azul marino de 2010 o de la amarilla de 2008. Mi nota: 5/10 (el aprobado es gracias a las medias negras de la primera). Para 1915, cuando abrió su segunda tienda en Biarritz, tenía ya claro que esa camiseta azul y blanca iba a ser el hilo de pesca de su colección náutica, lanzada en 1917 y que incluía una serie de prendas de ropa deportiva de punto, material que hasta entonces se había utilizado para fabricar ropa interior masculina.

El rojo es mucho más oscuro y el amarillo pasa a ser dorado. Quizá hubiera optado por poner algo más de rojo (¿una de las tres franjas, por ejemplo?), pero no desentona. Mundial 2014. Llega el discutido todo rojo. Estamos ante uno de los conjuntos más aburridos del Mundial. Como ocurrió el 17 de noviembre de 1993, cuando se quedaron fuera de EEUU’94 tras caer ante Bulgaria. En verano, ese jersey marinero se transformaba en camiseta manteniendo sus 21 rayas como requisito imprescindible. Según se publicó ese mismo año en el boletín oficial de la Armada gala, el uniforme marinero debía constar de un pantalón de pata ancha, una camisa blanca con cuellos azules, abrigo corto de lana y un jersey a rayas. También en ese mismo año aparecieron los primeros cristales polarizados. Más adelante, en 1752, el óptico inglés James Ayscough comenzó a tintar los cristales en tonos verdes y azules con fines medicinales, para mejorar problemas de sensibilidad a la luz solar, sobre todo para personas con sífilis, ya que es uno de los síntomas de esta enfermedad.