Cuando el Pontevedra consiguió el liderato, en noviembre de 1965, Pravda resaltaba en su portada que en la aburguesada y millonaria liga española, el líder era un equipo de proletarios cuyo capitán conducía un autobús. En ataque el joven delantero Munir cubrió la dolorosa marcha de Paco Alcácer, que pidió ser traspasado al Barcelona. Suso y Lim. Se hizo cargo del equipo de forma temporal Voro por cuarta vez en su carrera.