La venta debía aprobarse con un mínimo de dos tercios de los patronos (13 votos de 19), y finalmente fue aprobada por amplia mayoría de 17 votos a favor y 2 en contra. El 31 de julio de 2014 fue convocado el patronato de la Fundación VCF para votar la venta definitiva de sus acciones a la empresa de Peter Lim, pero una venta condicionada a solucionar las dos contingencias que aún quedaban pendientes: (1) el acuerdo de refinanciación de la deuda del club con Bankia, y (2) la posible suspensión del PAI de Porchinos que podría acarrear un grave problema económico para el club.