Tras una semana de descanso, jugaría en el Masters 1000 de Madrid en la controvertida arcilla azul, que muchos jugadores criticaron antes del comienzo del torneo. Es una persona tímida y carismática que aprecia mucho a sus admiradores. Nací como Michael, que fue el nombre que me puso mi padre y si lo uso sería para esconderme, pero mi madre quiso que me llamaran Mika y aquí estoy.