Los colchoneros empezaron con mal pie el campeonato, y arrastraron su pésimo arranque liguero durante toda la temporada y finalizaron en un discreto octavo puesto, a tres puntos del Español, camiseta de francia que jugó la promoción. Aquel año, el presidente Manuel Gallegos contrató a un preparador físico: Federico Olavarría, profesor de Cultura Física del Ejército del Aire, para que cuidara de la forma de los jugadores, ya que durante el tramo final de la pasada temporada habían jugado agotados y casi sin fuerzas.